lunes, diciembre 12, 2005

Examen de grado oral.

Hoy, en mi escuela era día de examen de grado oral. Dos de mis compañeros tenían la oportunidad de sentarse frente a una comisión y vomitar conocimiento. Uno de ellos, el primero, eligió Civil, Procesal y Penal (en ese orden). La segunda eligió Comercial, Civil y Procesal. Uno de ellos es muy capaz, el otro menos. Pero ninguno pasó siquiera de Civil.

Me explico. El primero eligió comenzar su examen con Civil y la pregunta le cayó como un martillo en la cabeza: ¿Qué es el estado civil? Dió un concepto extraño, correcto, pero extraño y el profesor le pidió el concepto legal. No pudo responderlo. Y no es que no lo supiera, si el cabro es de lo más capaz, pero yo que estaba ahí pude darme cuenta de lo nervioso que estaba. ¿Por qué estaba nervioso? No lo sé, pero su capacidad para responder las constantes y persistentes preguntas del profesor le minaban cada vez más su mente. Le siguieron una serie de preguntas de lo más básicas: ¿Qué son los atributos de la personalidad? ¿Qué es el patrimonio? ¿Qué es el derecho de prenda general? Ya para esta última, mi compañero no daba más... y ahí quedó su examen.

La segunda comenzó con Comercial y respondió bien... no para un siete, yo le habría puesto un 5,5. Pero en Civil, el mismo profesor la hizo sufrir. ¿Cómo se interpreta la ley? ¿Qué sistema de interpretación de la ley eligió nuestro legislador en el CC? ¿Cómo se interpretan los contratos? y no mucho más... y no siguió. Como no pudo responder aquellas preguntas, el examen se dió por finalizado.

Ojo, que no pretendo generalizar en todos los estudiantes de derecho la experiencia de dos de mis compañeros, pero puedo extraer un par de conclusiones:
1. Enfrentarte a una situación en que se define si valió la pena el estudio de los últimos 9/10 meses es fuerte, tan fuerte que no todos pueden superarlo.
2. El examen de grado oral añade una carga extra de nerviosismo sobre el alumno al tener al profesor adelante esperando por una respuesta. Esto no sucede en el examen escrito, por supuesto.
3. La técnica de estudio. Creo que cuando deba enfrentar el estudio para el examen de grado lo haré de manera distinta. No puedo pretender ni por un segundo que es como un examen cualquiera. Tanto la técnica de estudio, la forma de enfrentar el estudio y la perspectiva del estudio son distintas. Muchos piensan automáticamente en estudiar las partes más complicadas del Derecho Civil (obligaciones, por ejemplo) o cualquier otra rama, pensando en que mientras más horas de estudio les dediquen más se acordarán a la hora del examen, lo que no es incorrecto. Pero este planteamiento olvida que la materia hay que comprenderla y una vez que la comprendemos ya no hay materias más importantes que otras. Todo sirve. Es más, dada las características de tiempo del examen oral, el profesor, de seguro, te va a pasear de una materia a otra, sin miramientos.
Creo que no debemos abordar el estudio con una tecnica memorística, sino por el contrario, la comprensión de la materia en estudio se logra viéndola desde perspectivas distintas. Un ejemplo: cuando nos presentan un objeto desconocido por primera vez, lo vemos desde una sola cara. Esa cara es una expresión del objeto, pero no es la expresión completa. Cuando queremos entender el funcionamiento de un objeto, pues lo damos vuelta, lo giramos o abrimos, leemos el manual, etc. Es decir, no sólo aprendiéndose el concepto de memoria, sino relacionando el concepto con otra materia dentro de la misma rama o con otro concepto de otra rama podré enteder bien qué es lo que estoy estudiando.
Hay que jugar con la materia, darla vuelta, mirarla desde los lados y finalmente comprenderla (por eso se me ocurrió hacer un cuadernillo que registrará todas las relaciones que hay entre las distintas materias del examen de grado, concepto por concepto, anotando artículo por artículo. Sé que me demoraré, pero haciendo ese ejercicio me garantizo un entendimiento más completo de la materia).
4. Finalmente, la comisión. Cuando deba enfrentarme a la comisión no puedo hacerlo como en un examen normal (y esto es un comentario personalísimo, pk no pretendo enseñarle nada a nadie), sino con una actitud diferente. Es muy importante sentirse en dominio de la situación desde el primer momento. Lo primero que haré será sacar unas cuantas galletas de esas que les sirven a los profesores tener m vasito de agua bien cerca.

Creo que cuando se trata de un examen oral, el estudio hay que afrontarlo de una manera distinta a la que estamos acostumbrados, y eso lo tenía pensado desde mucho antes, pero lo hechos de hoy me lo confirmaron. Una lástima por mis compañeros, ellos también vana segunda vuelta.

3 comentarios:

Tannia Gorayeb dijo...

Dos cosas:

Mayor cantidad de horas de estudio no aseguran exito en el examen de grado. Se trata de calidad de estudio, no cantidad de él.
Lo otro, la forma de estudiar si debe ser distinta, el estudio individual no sirve. Requieres de interrogación constante para ir preparandote al hostigamiento de un profesor que te está buscando conocimientos entre tus muy grandes nervios.

Por lo demás, si el profesor se da cuenta que estas nervioso, te haces un flaco favor. Vamos a ser abogados, en la corte los nervios no sirven. Es uno el dueño de la situación o te come el profesor.
Ya dicen por ahí, el pez grande siempre se come al pequeño, y en ese momento, el alumno nervioso, es un pez muy, pero muy pequeño.

Oye Carlos, lo lamento por tus compañeros, ojalá y puedan recuperarse pronto de haber fallado en el grado. Y tú sigue asistiendo a presenciar examenes de grado, para que te vaya excelente y juremos pronto :p

Carlos dijo...

sobre esas dos cosas... creo haberlas puesto en el texto.
Es dificil para alguien acostumbrado a estar solo (como yo) estudiar de ese modo. Me refiero a la contrainterrgación constante. Por eso pretendo hacer otras cosas más que simplemente leer los textos.

William Garcia Machmar dijo...

Por la cresta, menos mal que pasé la wea. Me he dedicado las últimas semanas sistemáticamente a olvidar todo lo aprendido.